La Mirada Sexológica

En este episodio Adrián (pseudónimo) nos habla de su experiencia en primera persona dentro de la prostitución masculina homosexual.

Adelantos de la entrevista:

¿Sigues ejerciendo la prostitución? En caso de que no, ¿volverías a ejercer?

No la sigo ejerciendo, por suerte para mi fue una etapa en la cual no me vi atrapado mucho tiempo. Teniendo las herramientas que tengo ahora mismo, no lo volvería a hacer. Ahora ya se un poco cómo moverme más en esta ciudad además y no tengo esa necesidad de buscar algo tan rápido. La verdad es que no, y no me lo plantearía en ningún momento a no ser que las cosas cambiasen. Sería mi última alternativa.

¿En qué momento y bajo qué circunstancias empezaste en el mundo de la prostitución?

Por una serie de circunstancias, en las cuales mi familia no aceptó mi sexualidad acabé en una ciudad que desconocía por completo. A partir de ahí, todo fue un poco en espiral; no encontraba trabajo, tampoco conocía a gente que me pudiera ayudar en ello…Por lo que por Grindr veía que era algo habitual en esa ciudad el prostituirse, busqué ayuda de chicos que ya se dedicaban a ello, pero supongo que al final muchos de ellos estarían acostumbrados a preguntas morbosas, que en mi caso eran dudas profesionales y no obtuve respuesta en ningún momento. 

Yo ya había conocido a gente que se había dedicado a la prostitución y lo había considerado como dinero fácil. En un momento dado de mucha necesidad económica, dije «vale». El problema es que mucha de la gente que he conocido entra en una comodidad preocupante. Se puede ganar muchísimo dinero, hay gente que se acomoda en esto, pero la belleza no dura toda la vida…¡En fin! Hay que buscar otras herramientas a parte de la prostitución como estudiar, formarte…

¿Cuál era el perfil típico de clientes que tenías?, ¿cómo te trataban y hacían sentir?, ¿tenías margen de elección?

Tenía clientes de todas las edades, existe el estereotipo de que es una persona mayor, incluso podríamos decir con apariencia poco agradable. Y los había, pero en mi caso si elegía. En el caso de la prostitución femenina es posible fingir, pero en la masculina una erección no se puede fingir. Así que te tiene que atraer un mínimo o tirar de químicos para ello. Respecto a como me hacían sentir, generalmente, como algo de usar y tirar. Había excepciones (los que menos), pero sinceramente, creo que eran clientes que se portaban bien contigo por intentar obtener algún beneficio en cuanto al coste del servicio (o esa era la impresión que me daba).

Gracias Adrián por tu experiencia. Si quiereis conocer más de ella, no dudéis en escuchar nuestro episodio. Hablaremos sobre el papel de las drogas en la prostitución, sobre experiencias negativas que Adrián vivió, cuánto se puede ganar en el mundo y cuáles son los riesgos…¡Y mucho más!

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What’s next?

Nos vemos dentro de 15 días con Erótica y Mente donde hablaremos sobre la importancia de los juguetes sexuales. Desvelaremos nuestros juguetes favoritos también, así que no puedes perderte este cotilleo😜. Estaremos felices de que te unas a escucharnos. Un abrazo 💗👁

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